miércoles, 10 de abril de 2013

Sueños son, hasta que los haces realidad

De nuevo el tiempo ha pasado, encerrado, minusválido, recogido tratando de hacer mi brazo lo suficientemente fuerte como para poder sujetar un manillar, volver a conducir, subirme de nuevo a las dos ruedas que han de llevarme a dar la vuelta al mundo, o al menos a ponerlo boca abajo.

Ha sido prácticamente un año de recuperación, paciencia, aguantar, dejar de hacer, discusiones por mi no-paciencia, paciencia de quienes tenían que hacer las cosas por mi... Rehabilitaciones, nadar, golpes tontos que hacen que te cages en la madre del cordero...

Durante este interminable tiempo me hice con la versión avanzada de La Flaca, que se quedó tristemente abandonada en las estepas del Gobi en Mongolia Interior. Ahora algún pastor de ovejas de la zona la usa para llevar los rebaños por los infinitos pastos. Y en casa, la digi-evolución a 250cc, con inyección. Otro mundo:

La "Rellenita"
Es imposible parar de planear. Parar de pensar, de dejar que la imaginación vuele por mapas de Google, por mapas en tu cabeza, ideas sin parar, ideas tontas, ideas irrealizables. Esas que te hacen levantarte de la cama y decir "¿Que no? ¡Pues por mis cojones que se puede!". Llamame soñador, llamame ingenuo, o llamame simplemente capullo irresponsable. Pero si hay algo que es imposible controlar es la imaginación, que vuela libre estés donde estés. Nadie puede robarnos esa ventana de libertad. Y a la mía le encanta irse de parranda a pensar en sitios mejores que encerrado en una oficina, por muy molona que sea.

Durante este tiempo de sequía forzosa miles de ideas pasaron por mi cabeza. Hacer la ruta de vuelta a España, ya que me iba a ir de China. Pasó también reintentar la de Mongolia, y pasar a visitar a la Flaca donde quiera que esté. Se paseó la estúpida idea de dar la vuelta a China, por fuera, recorriendo todos los países limítrofes. Se planteó la idea loca de ir a Ciudad del Cabo, desde Shanghai. Un momento, ¿quién dijo loca?

Queríamos cruzar China desde Shanghai hasta la mítica Kashgar en el corazón de la Ruta de la Seda. De ahí las posibilidades eran tan infinitas como teóricamente irrealizables. Cruzar Pakistán, Irán, Yemen, Etiopía, Somalia...

Finalmente tuvimos que llegar a un acuerdo con la compañía sobre el tiempo del viaje (inicialmente 3 meses, reducido al final a sólo 2). Y volvimos a investigar cuales eran las mejores opciones a nuestro alcance.

Finalmente el plan esta hecho. Tenemos un proveedor en Ciudad del Cabo que nos alquila 2 motos, Yamaha Teneré 660Z totalmente equipadas (http://www.motorbikehire.co.za/tenererentals2.htm). Craig, el tipo que lleva la empresa, además de vivir de organizar viajes guiados, se conoce la zona y nos está ayudando a planear las mejores rutas dentro del tiempo que tenemos.

El viaje tiene esta pinta:

Media África sobre ruedas




Empezamos en Sudáfrica, y de ahí hacia el norte a Namibia, Botswana, Zimbabwe, Zambia, Malawi, Tanzania, Kenya, Mozambique, Swaziland, Lesotho y vuelta a Ciudad del Cabo.

Oh, ¿las fechas? Pronto... 14 de Mayo. Durante 2 meses.

Permanezcan atentos...

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