martes, 31 de enero de 2012

Puesta a punto...

En los últimos días la flaca me está dando un poco de guerra. Le cuesta arrancar por las mañanas aún más que a mi salir de la cama. Tarda un montón en calentarse, se ahoga al darle gas, por muy despacio que lo haga, incluso abriendo el aire en el carburador, y hasta que no lleva un rato laaaaaaaaaaaargo en marcha, parece como si se quedara en 5 cv en bajas revoluciones. Por si eso fuera poco echa un olorcillo algo sospechoso a cosa requemada, aunque no tengo claro qué cosa.

Creo que el problema está en una de los 3 siguientes opciones: el filtro del aire, la bujía, o el aceite. O todos a la vez. El caso es que va a tocar hacerle una revisión completa antes de preparar todo para el viaje, porque no me fío de ella como está ahora mismo.

Resulta curioso que estas navidades en España arranqué La Gata tras 2 años en garaje, y lo hizo a la primera sin quejarse ni un poquito, y tan sólo hubo que cambiarle el aceite para que dejara de echar humo blanco apestoso. Pero al volver a Shanghai, La Flaca, tras apenas 1 mes parada, tardó más de 30 minutos en estar en orden de marcha, y eso es aún con el aire abierto porque si no se quedaba clavada por debajo de las 3.000 vueltas.

Aparte de eso le toca cambio de casi todo, revisión de líquidos, y estoy pensando si cambiarle hasta los amortiguadores antes del viaje sería una buena idea o no. Quizá también el carburador, o llevarme uno de recambio por si acaso.

¿Alguien tiene experiencia ajustando la carburación de una YBR125? Cuando crucemos el Karakorum, a 4.200 metros de altitud, estoy seguro de que la pobre flaca se va a quedar más tiesa que un trilobite.

¡Espero vuestros comentarios!

 

jueves, 26 de enero de 2012

Dando forma a la bestia

Si alguno aún sigue este pequeño rincón, sabrá que a pesar de lo poco que escribo en estos momentos, la planificación sigue a buen ritmo. Pero la planificación no deja de ofrecernos retos de lo más variopintos.

La amenaza cada vez más real de una guerra en Irán, la perspectiva de costes elevadísimos en el trazado Europeo previsto en la primera idea, pero también la inspiración de muchos como mi colega del curro Blaise, natural de Burundi, o de Fabián (el de www.saliadarunavuelta.com) nos abrieron los ojos a la posibilidad de la Gran Aventura  Africana:

[caption id="attachment_829" align="aligncenter" width="519" caption="Shanghai - Ciudad del Cabo : Más de 25.000 km de la ruta más alucinante"]Más de 25.000 km de la ruta más alucinante[/caption]

Loco es lo más bonito que me están llamando últimamente. Sí, efectivamente y tal como el mapa indica, la ruta incluye lugares tales como Pakistán, Egipto, Sudán o Etiopía. Pero es que  además, si la no-guerra nos lo permite, tendrá una pequeña variación para cruzar Irán de Este a Oeste, bordeando la totalidad del Golfo Pérsico para entrar desde Kuwait en Arabia Saudí. Y por supuesto toda la ruta está sujeta a tantos cambios como se nos puedan imaginar o imponer a lo largo de la misma.

Este viaje, que como digo desde el anterior no es otra cosa que el viaje de la vida mismo, se tendrá que ir adaptando a los imprevistos del camino, que serán todos por más que nos empeñemos en planificar. Y qué hostias, esa es precisamente parte de la gracia.

Como no tengo la menor idea de cómo irá la cosa aún no puedo prometer nada seguro, pero si la limitación de pasta no es excesiva y la "amenaza" de los peligros Africanos resulta ser como espero completamente vana e inventada, difundida quién sabe con qué oscuras intenciones por noticieros y demás gentuza, buscaría la manera de llegar desde Ciudad del Cabo hasta España en moto.

No tengo grandes esperanzas de que La Flaca sobreviva a este viaje. No por falta de capacidad mecánica, sino más bien por las trabas legales de importación en Europa de un vehículo fabricado (y matriculado) en China. Es más que probable, si no puedo llegar rodando a España, que La Flaca termine sus días en donación por alguna ciudad africana desde donde tenga que volverme en avión. Pero no adelantemos acontecimientos aún.

Hoy por hoy la cosa sigue rondando en torno a la pasta, que es de momento el único límite con el que voy a viajar. En Abril dejaré el curro, dejaré el piso, y todo lo que tengo aquí que no me lleve en la moto o haya mandado con anterioridad a tierras matrias (es decir, a casa de mamá), se quedará para siempre atrás en la vieja Shanghai a la que ya no volveré.

Sin curro, y sin previsión de curro alguno, la libertad de viajar cuanto, cuando y por donde se quiera es tan real como la acuciante necesidad de tener un presupuesto planeado o un montón de patrocinadores, cosas ambas de las que carezco. Así pues debo de admitir que voy un poco a verlas venir (si me conoces seguro que no te sorprende) y que el viaje para mí terminará el día en que mis ahorros se sequen, y no me quede más que el fondo de rescate, es decir, de coger un avión para volver a tierras matrias (ver arriba).

Pero los preparativos no se limitan a la planificación de la ruta... En el próximo post os contaré más acerca de la equipación que estamos preparando, intentando mejorar con la experiencia del año pasado.

Permanezcan atentos. Yo no puedo esperar más. Tiempo, corre.