jueves, 17 de mayo de 2012

Hoy podía haber muerto (pero no)

No, en serio... Recordáis esas latas metálicas que llevábamos a los lados? Son depósitos extra de gasolina. Pues bien, esta mañana, mientras tensábamoa cadenas y cambiábamos el aceite me he dado cuenta de que la lata estaba abombada. Así que he abierto para ver la presión. Al desenroscar poco a poco ha empezado a salir gas a presión, vapor de la gasolina formado por el calor de estar al sol.

La primera lata ha silbado largo y tendido hasta que la presión se ha equilibrado, aunque daba yuyu saber que ese gas es extremadamente inflamable. Yo sólo pensaba por dios que no pase ningún chino fumando. Al abrir la segunda lata, lo mismo, silbido y olor a gas, cuando de repente la presión ha sido muy fuerte y el tapón ha saltado hasta a tomar por culo.

No puedo parar de pensar que en algún universo paralelo, Kali estaría muerto de la manera más estúpida al reventar por los aires dicho gas.

Ni que decir tiene que las latas se han quedado allí.

En otro orden de ciudad, más alegres, ya tenemos visado. Vamos a la frontera...

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