lunes, 11 de julio de 2011

Niños

Si hay algo que tienen en común todos los pueblos por los que hemos pasado (y qué coño, todo el mundo) son los niños. Cuanto más pobre la región, más vemos. Supongo que hay más, pero lo mismo es solo que se les ve más porque no tienen nada mejor que hacer que estar en la carretera.


Hay algo que me encanta de los ñajos, y es que al verlos es cuando entiendes de una vez que, por mucho que algunos se empeñen en lo contrario, somos sólo una única puta raza.


Vayas donde vayas siempre los ves en las calles de los pueblos o de las ciudades, y no importa su etnia, raza, color de piel o nivel de pobreza, todos juegan y ríen igual, todos sienten el mismo tipo de curiosidad y vergüenza por los dos bichos raros llegados en moto. Todos quieren aprender de sus mayores. Todos quieren llamar la atención...


Todos quieren ser felices.


A veces, como en Huangshan en el KFC, los quiero matar. Pero lo cierto es que en estos tiempos de mierda que corren, verlos jugar y reír como locos hacen que el mundo sea un poco menos feo, y que aún tenga esperanza en la raza humana.


[Post dedicado a Krups, ahí tienes una foto como querías]



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3 comentarios:

  1. Hombre, gracias! Prefiero fotos de niños a fotos de octogenarios, buena elección :P No te canses mucho, seguimos tus andanzas con atención! ;)

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  2. Viajan vuesas mercedes como debe hacerse, mirando a las tierras y, sobre todo, a las gentes. Gracias, jefe, por relatarnos la experiencia!!

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  3. [...] es de extrañar que los niños nos miren anonadados, ataviados como vamos en nuestros trajes de Astraco. La seguridad nunca ha sido muy fashion, pero a [...]

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