¡Un error!
Esta mañana justo después de postear el desayuno nos encontramos una patrulla en el area de servicio.
Empecemos por poner en antecedentes: en China, a pesar de ser uno de los países con más densidad de motos por población (o precisamente por eso) las motos no tienen mucha fama. Entre otras muchas razones, China no es un país para moteros porque están prohibidas en muchos sitios, entre otros las autopistas.
Al principio del viaje tenîamos la teoría de que era sólo en algunas provincias, pero al ir avanzando veíamos como en todos los peajes estaba anunciada la prohibición.
Así que aún en Anhui, donde la carretera de montaña era horrible llena de socavones (nada comparado con los de ayer) nos conseguimos colar en la autopista gracias al arte de mauro comiendo orejas en Chino. El tipo del peaje nos dijo "tirad por ese hueco de la derecha y yo no os conozco".
En los siguientes días nos hicimos expertos en colarnos en los peajes, con notables operaciones especiales como anoche en Guilin donde tuvimos que bajar las escaleras del personal de peajes para evitar una patrulla de la poli que hace guardia allí 24h.
Kitkat aparte, los maderos de esta mañana se han limitado a contarnos que no podemos entrar y nos han amablemente escoltado a la nacional sin multarnos o pedirnos un sólo papel. Como véis el cuento de "sois guiris" en China aún funciona.
La nacional es la G322, de la que tengo pendiente un relato especial, pero que a grandes rasgos te hace pregntarte por qué no te aficionaste a las chapas en.lugar de las motos.
Tan mal iba la cosa que en la siguiente entrada nos hemos vuelto a colar en la autopista. 100km más alante hemos parado en una gasolinera... Y ¿Quién estaba allí? ¡Exacto! ¡Nuestra querida patrulla! Y ele, de nuevo a la nacional.
Convencidos de que a la tercera iba a ir la vencida y nos iban a empapelar, hemos decidido mirar el mapa para buscar la alternativa, descubriendo que en esta zona todas las carreteras van de norte a sur. ¿Y eso? Claro, joder: las montañas.
Ante la falta de alternativas (la carretera Norte/Sur resultó ser la infame G322) decidimos que había que tirarse a las montañas. De ahí mi próximo top casco:
Run to the hills, de Iron Maiden
Ahí es donde me he quedado sin palabras. Km y km de belleza constante, de curvas locas entre montañas de cuento, pistas de piedras con agujeros locos, ríos.y pantanos, verde por todos sitios....
Mi casco era un locutorio donde te iba contando cada detalle que veía, mientras estabas ahí detrás viendo el mundo pasar.
Cruzar estas montañas hacia el oeste es complicado, harto difícil sin autopista. Al final la etapa ha sido de unos 300km nada más. Eso sí, disfrutados tanto que hacen merecer los km que ya llevamos bajo nuestros culos. Al anochecer queríamos volver a la autopista para volver a hablar con la patrulla y darles las gracias.
Lo peor es no tener algun dispositivo tipo cámara en el casco, que pueda disparar con un botoncico en el manillar para tirar las fotos. Parando cada 200m a fotear. Aun más
Al final, lo mejor del día ha sido reconciliarme con el viaje, que me ha recordado que el objetivo es el viaje en sí, y no el destino, y me ha susurrado entre curvas cómo disfrutar de él.
Voy a ver si descanso un poco, que creo que.me lo he ganado, y mañana toca más.
Disfruta del viaje. Me voy a soñar que estas aquí.
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